El cerebro es la red de la conciencia y de la identidad personal
El cerebro es la red de la conciencia y de la identidad personal

El cerebro es la red de la conciencia y de la identidad personal

Por Hendrik Wellen


Un marcapasos es un dispositivo que se utiliza para tratar cardiopatías en las que el corazón late demasiado despacio. El marcapasos funciona como un reloj que lleva los latidos del corazón a un ritmo normal. Para ello, el dispositivo envía impulsos eléctricos al corazón a través de uno o varios electrodos. Con cada impulso, el músculo cardiaco se contrae y el corazón vuelve a latir al ritmo correcto. El término estimulación cerebral profunda describe un sistema similar pero más complejo que también consta de electrodos implantados, cables de extensión y un generador de impulsos. Sin embargo, la estimulación eléctrica de las estructuras cerebrales profundas, que puede reducir los síntomas de diversas enfermedades, modifica de hecho los circuitos neuronales del cerebro.

El método de estimulación cerebral profunda encuentra así un abanico más amplio de aplicaciones en el tratamiento de trastornos neurológicos y representa un método terapéutico alternativo en casos especialmente difíciles de evolución de la enfermedad y en casos en los que se ha desarrollado resistencia a los fármacos. No obstante, la tecnología de los productos aprobados para la estimulación cerebral profunda se basa en la tecnología de marcapasos cardíacos, caracterizada por su robustez y estabilidad a largo plazo.

El generador de impulsos consta asimismo de una batería y circuitos electrónicos que generan impulsos eléctricos controlados. En la actualidad, la estimulación cerebral profunda también se sigue llevando a cabo como parte de una estimulación de bucle abierto en la que las zonas diana se estimulan continuamente según los parámetros de estimulación establecidos.

No obstante, aunque la tecnología de estimulación cerebral profunda parece muy similar a la de marcapasos, que surgió unos años antes, el mecanismo de acción en el que se basa la estimulación cerebral profunda aún no se ha investigado a fondo. Mientras que los sistemas de marcapasos cardíacos ya se han consolidado en las últimas décadas, los sistemas de marcapasos cerebrales aún están en pañales y ofrecerán en los próximos años interesantes y desafiantes campos de actividad para la tecnología médica en estrecha colaboración con las disciplinas neurocientíficas.

Según el estado actual de los conocimientos, existen cuatro hipótesis diferentes que intentan explicar los distintos mecanismos de acción de la estimulación cerebral profunda, en contraste con el marcapasos cardíaco, entendido como generador de ritmo constante del corazón humano. La estimulación puede provocar un bloqueo de los canales iónicos dependientes de voltaje (bloqueo de la despolarización), una activación de los axones en la que una posterior liberación de GABA inhibe las neuronas subsiguientes (inhibición sináptica) o conducir a un agotamiento de la reserva de neurotransmisores (agotamiento sináptico). Por último, la estimulación puede contrarrestar las actividades patológicas de las redes neuronales (modulación inducida por estimulación). En sentido estricto, sólo este último modo de acción sería comparable al funcionamiento de un marcapasos.

Por último, como en cualquier intervención quirúrgica, hay que tener en cuenta los riesgos asociados a la estimulación cerebral profunda. En principio, pueden dividirse en riesgos de la intervención quirúrgica, efectos secundarios relacionados con la estimulación y complicaciones relacionadas con el dispositivo. Si se comparan los beneficios con los riesgos de la estimulación cerebral profunda, un planteamiento ético inicial apenas parece cuestionable. Sin embargo, ese cálculo de beneficios y riesgos no basta para poder evaluar exhaustivamente la terapia de estimulación cerebral profunda desde el punto de vista ético.

Dado que la estimulación cerebral profunda puede tener un impacto significativo en la personalidad, el método no es en absoluto comparable, por ejemplo, a los marcapasos cardíacos. La estimulación cerebral profunda comienza en el cerebro -el lugar de la conciencia y la identidad, la sede del yo-, que ahora será mecanizado por un marcapasos. Pulsando un botón se puede influir en las emociones y reducir o volver a evocar los síntomas. Aparte de todo lo demás, ¡esta es probablemente la diferencia más significativa!

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